miércoles, 12 de octubre de 2016

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De la mano de San Agustín (3): ¡Amad la paz, amad la unidad!

Con los que odiaron la paz fui pacífico. Para que oigáis la verdad, os diré, carísimos hermanos, que no podréis probar la verdad que cantáis si no comenzáis a hacer lo que cantáis. Por más elocuentísimamente que lo diga, de cualquier manera que lo exponga, con cualesquiera palabras que lo trate, diré que no penetra en el corazón de aquel que no obra con ella. Comenzad a obrar y entenderéis lo que hablo. Entonces a cada palabra brotan las lágrimas, entonces en realidad se canta el salmo y ejecuta el corazón lo que se canta. ¡Cuántos gritan con la boca y son mudos de corazón! Y, por el contrario, ¡cuántos enmudecen en los labios y claman con el afecto! El oído de Dios se inclina al corazón del hombre; pues bien, así como el oído corporal se inclina a la boca del hombre, así el corazón del hombre se inclina al oído de Dios. Muchos, teniendo cerrada la boca, son oídos, y muchos, a pesar de sus gritos estentóreos, no lo son. Debemos orar con los afectos y decir: Mi alma habitó por mucho tiempo en tierra ajena; con los que me odiaron fui pacifico. ¿Qué otra cosa decimos a estos herejes si no es: "Reconoced la paz, amad la paz? Os llamáis justos; si fueseis justos, como granos gemiríais entre paja." Como son granos los que se encuentran en la Católica, y verdaderos granos, por eso toleran la paja hasta que se bielde la parva; y así claman entre la paja: ¡Ay de mí, que se prolongó mi morada en tierra ajena! Habité en las tiendas de Cedar, Moré, dice, con las pajas. Pero como de la paja se levanta mucho humo, así tinieblas de Cedar. Habité entre las tiendas de Cedar; mi alma peregrinó por mucho tiempo. Esta es la voz del grano que gime entre la paja. Esto contamos a los que odiaron la paz y les decimos: Con los que odiaron la paz fui pacifico. ¿Quiénes son los que odiaron la paz? Los que rasgaron la unidad. Si no hubieran odiado la paz, hubieran permanecido en la unidad. Pero ved que se apartaron para ser justos, para no hallarse mezclados con los inicuos. Esta voz del salmo, o es nuestra o es de ellos. Elige de quién es. La Católica dice: "No debe romperse la unidad, no debe quebrarse la Iglesia de Dios. Dios juzgará más tarde a los malos y a los buenos. Si ahora no pueden separarse los malos de los buenos, deben tolerarse temporalmente; los malos pueden hallarse en la era con nosotros, mas no podrán estar con nosotros en el granero. Además, los que hoy aparecen malos, quizás mañana serán buenos, y los que hoy se engríen por ser buenos, mañana se hallará que son malos. Luego todo el que soporta temporalmente a los malos llegará al descanso sempiterno." Este es el sentir católico. El dicho de los que ni entienden lo que dicen ni a quiénes se aplica (1Tm 1,7): No toques lo inmundo (Is 52,11); y también: Quien tocare lo inmundo se manchará (Lv. 22,5), es que nos separemos para no mezclarnos con los malos. Nosotros, por el contrario, les decimos: " Fomentad la paz, amad la unidad." ¿No veis de cuántos buenos os separáis cuando los acusáis como a malos? Cuando decimos estas cosas, se enfurecen, se ensañan, porque intentan aún mortificarnos. Con frecuencia se dejan ver sus insidias y violencias. Luego cuando, viviendo entre sus asechanzas, les decimos: " Amad la paz", y se nos oponen, ¿por ventura no es ésta la voz nuestra: Con los que odiaron la paz era pacífico? Cuando les hablaba, me combatían sin causa. ¿Qué significa, hermanos, me combatían? Poco era si no hubiera añadido sin causa. A quienes decimos: "Amad la paz, amad a Cristo", ¿por ventura les decimos: "Amadnos y honradnos a nosotros"? No, sino: "Honrad a Cristo." Nosotros no queremos ser honrados, sino que lo sea Cristo. ¿Pues qué somos nosotros en comparación del apóstol San Pablo, el cual decía a los párvulos, a quienes los hombres perversos y los malos consejeros pretendían arrancar de la unidad y llevarlos al cisma? ¿Qué les decía? ¿Por ventura Pablo fue crucificado por vosotros, o fuisteis bautizados en nombre de Pablo? (1Co 1,13) Esto también lo decimos nosotros: "Amad la paz, amad a Cristo", ya que, si aman la paz, aman a Cristo. Cuando decimos: "Amad la paz", decimos: "Amad a Cristo." ¿Por qué? Porque de Cristo dice el Apóstol: Él es nuestra paz, e hizo de ambas cosas (del pueblo judío y del gentil) una ( Ef 2,14). Luego si Cristo es paz, porque hizo de ambas cosas una, ¿por qué vosotros hicisteis de una dos? ¿Cómo sois pacíficos, siendo así que Cristo hace de dos uno, y vosotros de uno hacéis dos? Nosotros, porque decimos: Con los que odiaron la paz somos pacíficos, fuimos combatidos sin causa por los que odiaron la paz al hablarles de este modo.
CS 119,9

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