jueves, 20 de octubre de 2016

// //

SANTA MAGDALENA DE NAGASAKI, VIRGEN Y MARTIR (Terciaria Agustina Recoleta)

 
Fueron sus padres mártires gloriosos
que dieron en común por Dios su vida,
y fue su fe en Ti tan viva
que hiciste de su gesto el tuyo propio.

Brindaste en las montañas a tu Esposo
-pues Cristo te eligió su prometida-
toda tu juventud desnuda y limpia
en un volcán de amores sin reposo.

Y nadie pudo quebrantar tu celo
-lunas y soles, lluvias, frío y llamas-
de anunciar con brío el Evangelio;
pues tanto ardió de Cristo enamorada,
tu voluntad de levantar su Reino
que en voz y sangre fuiste su palabra.

¡Salve, flor carmesí del Fujiyama,
paloma blanca de zurco ardiente,
que como estrella en el lejano Oriente
a Cristo proclamaste en cuerpo y alma!
A Dios honor y gloria por los siglos:
al Padre Creador, supremo origen,
al Hijo, el Verbo, que nació de Virgen
y al fuego Santo de amor divino.
Honor y gloria a Dios, al Uno y Trino. Amén

0 Reactions to this post

Add Comment

Publicar un comentario