Del lenguaje de este salmo se originó el nombre de
monjes; por tanto, nadie vitupere a los católicos por este nombre. Cuando
vosotros censuráis rectamente a los herejes por los circeliones, para que
avergonzándose se salven, ellos os censuran por los monjes. Primeramente ved
vosotros si deben ser comparados. Si se necesita alguna explicación vuestra, ya
os esforzáis. Pero únicamente es necesario que amonestéis a cada uno que se
fije; que se fije sólo y que compare. ¿Qué necesidad hay de vuestras palabras?
Se comparen los borrachos con los sobrios, los impetuosos con los moderados,
los locos con los sencillos, los vagabundos con los congregados. Con todo,
acostumbran a decir: "¿Qué significa el nombre de monjes?" Cuánto
mejor diremos nosotros: ¿Qué significa el nombre de circeliones? Pero nos
dicen) "No se llaman circeliones." Quizás los llamamos con nombre
aliterado. ¿Os diré su nombre propio? Quizás se denominan circunceliones
(vagabundos) y no circeliones. Si se llaman así, declaren qué son, porque se denominan
circunceliones los que vagan por las celdas o cavernas. Suelen, pues, andar de
aquí para allá, sin tener jamás residencia fija y cometer lo que sabéis y lo
que ellos saben quieran o no quieran.
Sin embargo, carísimos, hay también monjes falsos;
también nosotros los conocemos; pero, con todo, no se destruye la piadosa
fraternidad por aquellos que manifiestan a las claras lo que no son. Hay monjes
falsos, como clérigos falsos y fieles falsos. Todos estos tres géneros,
hermanos míos, que en otra ocasión os recordé, y creo que no sólo una vez,
tienen en su seno buenos y malos. De estas tres clases de hombres se dijo:
Habrá dos en el campo: uno será tomado y otro dejado; habrá dos en el lecho: se
tomará al uno y se dejará al otro; habrá dos en el molino: la una será tomada y
la otra dejada (Lc 17,34.35). Se hallan
en el campo los que gobiernan la Iglesia. De aquí dice el Apóstol, y ved si no
estaba en el campo: Yo planté, Apolo regó, pero Dios dio el incremento o
crecimiento 1Co 3,6). Quiso que se entendiese
por los que estaban en el lecho los que amaron el reposo, pues por el lecho
simbolizó el descanso; éstos no se mezclan entre las turbas, no se hallan en el
alboroto del género humano; en el descanso sirven a Dios; y, sin embargo, de
allí, uno será tomado y otro dejado. Allí hay virtuosos y reprobados. No os
atemoricéis porque se encuentren allí réprobos, pues hay algunos ocultos que
sólo aparecerán al fin. Las dos personas del molino se consignaron en género
femenino: duae, queriendo se entendiese la plebe, la turba o el pueblo. ¿Por
qué estaban en el molino? Porque se hallaban en este mundo, simbolizado por el
molino, ya que se mueve como la piedra del molino. ¡Ay de aquellos a quienes
tritura! De tal modo se mueven allí los fieles buenos, que una de ellas es
abandonada y otra aceptada. Los amadores, los defraudadores, los engañadores de
este mundo, perpetran ciertas acciones propias de él. Otros se portan en él
como dice el Apóstol: Disfrutan de este mundo como si no disfrutasen. Pasa,
pues, la figura de este mundo, y quiero que vosotros estéis sin cuidados (1Co
7,31.32). ¿Oyes quién será tomada del molino?
Sin duda se ven muchos pecados en los que son ricos. Teniendo más trabajo,
administrando más asuntos, defendiendo más extensos negocios familiares,
difícilmente acontecerá que no contraigan más pecados; de ellos se dijo: Más
fácilmente entra un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de
los cielos. Pero, al contristarse los discípulos por aquellos de quienes ya
desconfiaban, les consoló el Señor, diciéndoles: Lo que es imposible a los
hombres, es posible para Dios (Mt 19,24-26).
Oye al Apóstol, si no echas en saco roto lo que dice: Manda a los ricos de este
mundo que no se engrían. Pero encontrarás también a un pobre soberbio y a un rico
humilde; verás a un cristiano que considera en todo su valor que todas aquellas
cosas pasan y perecen, que nada trajo a este mundo y nada ha de llevarse de él;
que piensa cómo el rico que ardía en las llamas del infierno deseó que le
cayese una gota de agua del dedo de aquel que anhelaba las migajas de su mesa;
y, pensando estas cosas, hacen lo que dice el Apóstol: No ponen la confianza en
lo incierto de las riquezas, sino en Dios vivo, que nos da en abundancia todas
las cosas para disfrutarlas. Sean ricos —prosigue diciendo el Apóstol— en
buenas obras, sean dadivosos y limosneros. Y esto, ¿qué bien les reporta?
Atesoren un buen fundamento para el futuro a fin de que consigan la verdadera
vida (1Tm 6,17-19). Ved aquí las que
serán tomadas del molino. Sin embargo, el rico que se vestía de púrpura y de
lino, y comía opíparamente todos los días, y despreciaba al pobre que yacía a
las puertas de su casa (Lc 16,19-24),
será dejado, porque una será tomada y otra dejada del molino.
En in ps.132,
3-4
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