sábado, 5 de agosto de 2017

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AÑO DE LA SANTIDAD AGUSTINO- RECOLETO

 La Venerable SOR MÓNICA DE JESÚS

Sor Mónica de Jesús homenajeada en el cincuentenario de su muerte

“Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones; el pueblo cuenta su sabiduría, y la asamblea pregona su alabanza.” (Eclo 44, 14-15)

Basilia Cornago Zapater nació en Monteagudo (Navarra, España), un pueblecito impregnado de la espiritualidad agustino-recoleta -allí residía ya el noviciado de los agustinos recoletos- el 17 de mayo de 1889 de una familia muy cristiana. A sus 17 años asistió, devota y curiosa, al funeral de san Ezequiel Moreno, que influiría como modelo en su espiritualidad. Ingresó en el monasterio de agustinas recoletas de Baeza, donde profesó en enero de 1910. Desde el principio supo conjugar sus humildes trabajos de hermana de velo blanco –en el corral, en la huerta– con una intensa vida interior, alcanzando un equilibrio admirable con el favor del Señor. Humilde, sencilla, serena y equilibrada, el Señor le regaló gracias especiales. Siempre pendiente de las necesidades de sus hermanas en el monasterio, su vida fue una continua intercesión ante el Señor por las personas. Murió, con amplísima fama de santidad, el 14 de junio de 1964.

El 8 de diciembre de 1979 se inició el proceso de canonización. Ya san Juan Pablo II aprobó el Decreto de sus virtudes, por lo que canónicamente es merecedora del título de Venerable. Todos los 14 de cada mes la asociación Amigos de sor Mónica celebra una eucaristía de acción de gracias en la que se pide la pronta beatificación y es el motor de toda clase de actividades con el mismo fin.

El día 14, coincidiendo con la fecha exacta del cincuentenario, fue el padre Miguel Miró, general de los agustinos recoletos, quien supo presentarla como regalo insigne de la Trinidad a la Orden, en una vida centrada en la vivencia espiritual de ese santo misterio.

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