"Sin tu ayuda divina no hay nada en el hombre, nada que sea inocente."
Estas palabras parecen un poco negativas, pero lo que dicen es completamente
cierto. Sin la acción del Espíritu Santo no hay nada inocente en nuestras
vidas.
Es verdad que sin el Espíritu Santo podemos construir una casa, o ganar dinero,
o dar un buen examen; también podemos hacer cosas que en apariencia son
virtuosas, como ahorrar dinero, o evitar las drogas, etc. Pero nada de eso es
en verdad santo y bello sin la acción del Espíritu Santo. Porque sin él en
realidad estamos siempre buscando nuestro interés sin preocuparnos con
sinceridad por el bien de los otros.
Sin él tampoco nos interesa de verdad la gloria de Dios.
Nosotros podríamos decir que hay personas que no son cristianas, o que son
ateas, pero que verdaderamente dan la vida por los demás. Es posible; pero si eso de verdad es
sincero y generoso, es porque en ellos está actuando el Espíritu Santo.
Muchas veces él está invitándonos a hacer el bien, pero su impulso no obtiene
resultados porque nosotros lo ignoramos o nos resistimos.
Pero si en algún momento lo dejamos actuar, y brota en nosotros un sentimiento
verdadero de bondad, o una decisión realmente generosa, tenemos que darle
gracias a él. Porque eso sería imposible sin su impulso, sin su invitación, sin
su gracia que nos eleva.
************
Los Cinco
Minutos de San Agustín de Hipona
¿Por qué
no trabajamos nosotros también aquí en la tierra, de manera que, por la fe, la
esperanza y la caridad que nos unen a él, descansemos ya con él en los
cielos? Él está allí, pero continúa estando con nosotros; asimismo nosotros,
estando aquí, estamos también con él. Él está con nosotros por su divinidad,
por su poder, por su amor; nosotros, aunque no podemos realizar esto como él,
por la divinidad, lo podemos sin embargo por el amor hacia él.
0 Reactions to this post
Add CommentPublicar un comentario