El pasado 14 de junio, las monjas del convento de Santa María Magdalena de Baeza y la Asociación de amigos de sor Mónica organizaron en esta localidad andaluza un sentido homenaje a sor Mónica de Jesús, en el día en el que se cumplía el 50 aniversario de su fallecimiento, y levantaron una estatua en su honor.
Un solemne triduo fue el pórtico para la gran celebración del 15 de junio, con tres días en los que a las ocho de la tarde se celebró la eucaristía de acción de gracias al Señor por el don de la vida de sor Mónica.
Los dos primeros días fueron presididos por el padre Alfredo Arce, agustino recoleto residente en Granada, quien perfiló aspectos de la espiritualidad de la venerable basándose en las lecturas litúrgicas de cada día.
Primer día
El día 14, coincidiendo con la fecha exacta del cincuentenario, fue el padre Miguel Miró, general de los agustinos recoletos, quien con
una iglesia ya abarrotada de devotos de sor Mónica y rodeado de dos padres provinciales (Javier Jiménez y Daniel Ayala) y otros ocho religiosos de la misma Orden, la presentó como “regalo insigne de la Trinidad a la Orden”, tras una vida centrada en la vivencia espiritual de ese santo misterio.
una iglesia ya abarrotada de devotos de sor Mónica y rodeado de dos padres provinciales (Javier Jiménez y Daniel Ayala) y otros ocho religiosos de la misma Orden, la presentó como “regalo insigne de la Trinidad a la Orden”, tras una vida centrada en la vivencia espiritual de ese santo misterio.
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