viernes, 4 de septiembre de 2015

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Nuestra Señora de la Consolación

Laudes
HIMNO


Dulce Madre del consuelo,
dulce Madre del amor,
oye, oh Virgen, desde el cielo
la plegaria del dolor.

Como herida la paloma
busca ansiosa el blando nido,
el corazón dolorido
vuela a tu seno a llorar.

Tú sola entiendes, oh Madre,
sus quejas y su quebranto.
Tú sola secas su llanto,
tú sola ves su penar.

¡Oh, qué dulce es, Virgen pura,
en las tormentas del alma,
hallar la perdida calma
tu semblante al descubrir!

¡Oh, qué dulce es de la vida,
en el triste desconsuelo,
alzar los ojos al cielo
y contigo sonreír!

Eres tú, Virgen bendita,
fuente de eterna alegría,
Madre de Dios, Madre mía,
santo emblema del dolor.

Rico panal que labraron
los ángeles en el cielo,
dulce Madre del consuelo,
dulce Madre del amor. Amén
Fuente: Liturgia Agustiniana de las Horas

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