martes, 22 de agosto de 2017

// //

De la mano de San Agustín (6): El Cántico de Moisés -1-

En el examinar y comentar, amadísimos hermanos, el significado de la Sagrada Escritura debe guiarnos su evidentísima autoridad, de manera que, partiendo de lo que dice claramente para nutrirnos, se descubra con fidelidad lo que se dijo envuelto en oscuridad para ejercitarnos. ¿Quién hay que se atreva a exponer los misterios divinos de forma distinta a como pregonó y prescribió el corazón y la boca del Apóstol? Dice, en efecto, el apóstol Pablo: No quiero que ignoréis, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube, todos atravesaron el mar, todos fueron bautizados en Moisés, en la nube y en el mar; todos comieron el mismo alimento espiritual y todos bebieron la misma bebida espiritual. Bebían de la roca espiritual que les seguía, y la roca era Cristo. Vero Dios no encontró agrado en los más de ellos, pues fueron postrados en el desierto. Todas estas cosas eran figura nuestra, para que no deseemos el mal, como lo desearon ellos (1Co 10,1-6). Y poco después: Todas estas cosas les sucedieron a ellos en figura, pero fueron escritas para amonestarnos a nosotros, para quienes ha llegado el fin de los tiempos (Ibid. 11).

S, 363, 1

0 Reactions to this post

Add Comment

Publicar un comentario