viernes, 22 de diciembre de 2017

// //

"PÁGINAS DEL DIARIO DE MARÍA" (4)

VII

Me dolían los hombres. Todos eran
mejores que yo, pero ¡qué tristes!
Yo quería interpretar sus ojos
pero todos
Miraban desde el fondo como ciegos
con las almas desnudas y llorando.


¿Cómo podían no percibir a Dios, si Dios latía
más dentro que ellos mismos,
si asediaba la sangre con sus besos
siendo ya hijo de todos?

Estaba ya viniendo. Se tocaba
ya en el aire su rostro, ya las nubes
escribian su nombre, ya llovían
gotas de redención.

VIII

¡Pero cuánto tardaba
Dios! Yo quería
crecer, como si el cielo
estuviera esperando mis catorce
años. Y le guardaba entera la manzana
del corazón, el único
don
que yo podía devolver a sus manos.

P. José Luis Martín Descalzo
(1930 -1991)

0 Reactions to this post

Add Comment

Publicar un comentario