miércoles, 10 de octubre de 2018

// //

HIMNO

Eres prodigio de humildad, prodigio
de caridad cristiana, de unción viva,
para el pobre de Dios y para el triste,
Tomás de Villanueva.

Como otro Cristo, con ardiente celo
sentía las lacerias del hermano,
abandonado y solo, que refugio
en tus manos buscaba.

Nada tuviste para ti, pues todo
o hipotecaste por seguir a Cristo,
y tu penuria se trocó en riqueza
para los pobres.

Brille su ejemplo para nuestra vida,
para que todo sobre y nada falte
cuando no falta Dios, pues sobra todo
cuando Dios basta.

Gloria al Padre y al Hijo sea dada
 y al Espíritu Santo, que sus dones
brillaron en el alma de su siervo
Tomás de Villanueva. Amén.

Liturgia Agustiniana de las Horas

0 Reactions to this post

Add Comment

Publicar un comentario